Cada vez son más las personas que optan por el ayuno intermitente para perder esos kilos que se resisten. Más allá de modas, en los últimos años ha tenido un gran protagonismo y cuenta con muchos seguidores, principalmente por la facilidad en la que se restringen el número de calorías a lo largo del día. Aún así, es importante aclarar que no estamos ante un tipo de dieta, sino ante una herramienta o práctica nutricional, independientemente de la forma en la que me alimente habitualmente.
¿Qué es ayunar?
Según el diccionario de la RAE significa “abstenerse total o parcialmente de comer o beber”. Con esta acción el cuerpo descansa y se limpia de forma autónoma y naturalmente, adaptándose a los ritmos circadianos del cuerpo que se regulan con los patrones de luz y oscuridad; pasando de adaptar las horas de ingesta a nuestros horarios laborales o de actividades a adaptarlos a las necesidades internas reales del cuerpo humano. Dicho esto, el ayuno intermitente consiste en alternar periodos de ayuno y de ingesta, teniendo en cuenta una franja horaria concreta para hacerlo y un tipo de alimentos, ya que no todos son válidos en esa “ventana de ingesta”.
Consiste en alternar periodos de ayuno y de ingesta, teniendo en cuenta una franja horaria concreta para hacerlo y un tipo de alimentos, ya que no todos son válidos en esa “ventana de ingesta”...
El momento de la ingesta después del ayuno requiere prestarle atención, por lo que es primordial cuidar qué ingerir. Se debe optar por alimentos ricos en fibra que te ayudarán a mantenerte saciado por más tiempo como fruta, verduras, legumbres, frutos secos, proteína, cereales integrales además de una alta ingesta de líquidos; con estos alimentos te aseguras el aporte de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita. Cómo ves habrá que evitar alimentos procesados y ricos en azúcares y grasas que sólo contienen calorías de más, pero muy bajo nivel nutricional y no ayudan a nuestro organismo a beneficiarse de la utilidad del ayuno.
¿Cuáles son los tipos de ayuno intermitente?
Las opciones que tenemos a la hora de elegir qué tipo de ayuno intermitente queremos seguir son varias y dependerán de tus hábitos, tu disposición y de lo que quieras conseguir en el momento en el que lo realices. Podrás elegir entre:
- Ayuno 16/8 o protocolo Lean Gains: consiste en ayunar 16 horas seguidas y consumir alimentos en las 8 horas siguientes, teniendo en cuenta que la última ingesta se debe realizar a las 8 de la noche y no se vuelve a comer hasta el almuerzo. Quizá éste sea el más fácil de llevar a cabo y de acomodarlo a nuestro día a día.
- Parecido al anterior esta el 20/4, donde aumentamos el período de ayuno a las 20 horas, con 4 de ingesta, que se puede resumir en hacer una o dos comidas como mucho al día.
- Ayuno 12/12: consiste en dejar 12 horas entre comidas. Posiblemente este tipo sea el más complicado de amoldar a nuestra rutina diaria a la hora de elegir la franja horaria de ayuno. Para entenderlo sería, realizar el desayuno a las 8 y la cena a la misma hora.
- Ayuno 24: se trata de alternar días de ayuno total con días de ingesta. Puede no ser el habitual, pero es un ayuno fácil de llevar y, además se ha comprobado que nuestro organismo se adapta perfectamente.
¿Qué beneficios tiene el ayuno intermitente?
Lejos de modas, se ha comprobado que hacer ayuno intermitente respetando la tipología de alimentos que se deben consumir en el momento de la ingesta, aporta algunos beneficios para nuestro organismo importantes de remarcar:
- Ayuda a perder peso por la reducción de calorías ingeridas a lo largo del día.
- Influye positivamente en la regulación del azúcar en sangre.
- Ayuda a mantener nuestra resistencia al estrés
- Ayuda a reducir nuestros indicadores inflamatorios.
- Y ayuda a disminuir la presión arterial y la frecuencia cardiaca en reposo.
Como cualquier práctica dietética no todo son beneficios, por lo que es importante contar también con efectos adversos adaptativos, a la hora de decidirte ponerlo en práctica, como puede ser la irritabilidad, la dificultad de concentración, deshidratación, trastornos del sueño…
Si ya te has decidido, empieza por el que sea más cómodo y fácil de llevar para ti en función de tu rutina diaria y de tus posibilidades de ingesta y, a ser posible con seguimiento profesional, piensa que lo que está en juego es tu salud, más allá del peso que quieras bajar.
El ayuno es una estrategia nutricional que tiene miles de años y, si la utilizamos como modo para limpiar el organismo y para dejar descansar el sistema digestivo, puede ser muy útil. Además, podemos aprovechar otros beneficios como la pérdida de peso, pero no hay que olvidar que la mejor manera para conseguir un peso estable y mantenerlo es adquirir unos hábitos alimenticios equilibrados y saludables que se mantengan en el tiempo, para evitar así estar cambiando de estrategia continuamente.
Si necesitas más información sobre nutrición, no dudes en ponerte en contacto con FisioClinics Palma.